
El 18 de junio de 2015 marcó un momento histórico con la publicación de la encíclica del Papa Francisco, Laudato Si’ o Al cuidado de nuestro hogar común, que se enfoca en el medio ambiente y en el cuidado de la creación. El Papa difundió la encíclica ampliamente a fin de motivar a los que toman las decisiones en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Esta importante reunión se llevará a cabo en París a finales de noviembre. El objetivo de la conferencia de las Naciones Unidas es el de llegar a un acuerdo obligatorio entre países para reducir los gases de invernadero.
La Encíclica también coincide con otras asambleas significativas en el 2015, donde se dará la oportunidad de tratar temas acerca de la justicia ecológica global y programas que hablarán de la pobreza alrededor del mundo. En julio de este año las naciones se reunirán en Addis Ababa, Etiopia para participar en la Tercera Conferencia Internacional de Financiamiento para el Desarrollo. Se espera que para septiembre la Asamblea General de las Naciones Unidas establecerá los objetivos para el desarrollo sostenido, los cuales deberán seguirse hasta por lo menos el año de 2030.
El Arzobispo Católico de Kingston Brendan O’Brien dice, “Estoy agradecido que el Papa Francisco ha enfocado nuestra atención a este asunto tan crucial para la supervivencia de nuestro planeta. Necesitamos aceptar el desafío a la conversión moral y mostrar el amor que tenemos unos por otros y por la tierra que nos sostiene.”
En palabras del Cardinal Turkson, Presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, “los próximos seis meses serán cruciales… para las decisiones acerca del desarrollo internacional, el florecimiento humano y el cuidado del hogar común al que llamamos planeta “Tierra”.
“El cambio climático está escalando el número de desastres en el mundo de hoy, y son aquellos que se encuentran en los países más pobres quienes están sufriendo más debido a estos desastres,” dice Josianne Gauthier, Directora de Programas dentro del Canadá en Desarrollo y Paz.
“Es un asunto de justicia porque los pobres no son sólo los que están sufriendo mucho más debido a condiciones que ellos no crearon, están también menos equipados para lidiar con estos impactos,” añade Gauthier. “Celebramos el hecho de que el Papa haya traído a la atención a esta injusticia y al llamado que ha hecho a los líderes mundiales, especialmente a aquellos de los países ricos como el Canadá, para que tomen responsabilidad por el daño que le han causado al planeta y a su gente.”
La Hermana Shirley Morris de las Hermanas de la Providencia de San Vicente de Paul explica que, “las enseñanzas sociales Católicas nos motivan a responder a las necesidades de los tiempos. Las necesidades hoy día son claras. Debemos de cumplir con nuestra responsabilidad como buenos administradores de la creación. Necesitamos cuidar de nuestro mundo.” Su colega Bridget Doherty concuerda: “Uno de los mensajes consistentes del Papa ha sido el de que no podemos robar de recursos a las generaciones futuras”.
- Bridget Doherty, Justicia, Paz e Integridad de la Creación Oficina