
Desde la izquierda: Ann Boniferro, Helen Driver y Mary Olenick.
POR ANN BONIFERRO, ASOCIADA DE LA PROVIDENCIA
El 7 de abril, el clima exterior era frío y lúgubre, pero dentro de la Capilla de María, Madre de la Compasión, la alegría de la temporada de Pascua era evidente cuando los Asociados de la Providencia celebraron la Oración de la Tarde. El santuario estaba decorado con flores de primavera y una elegante cortina de tela de arco iris reflejaba el pacto entre Dios y toda la creación que inspiró nuestro tema estacional, “Confía en el pacto: el tiempo es ahora”. En este hermoso entorno, frente a una asamblea de Hermanas, Asociados, familiares y amigos, Helen Driver, Mary Olenick y yo hicimos nuestros compromisos como Asociados de la Providencia.
La ceremonia marcó el paso final en un proceso de dos años. Comenzando como investigadores en 2016, se nos asignó un mentor para que nos guiara en la comprensión de la historia, el carisma, la espiritualidad y la misión de las Hermanas de la Providencia de San Vicente de Paul. Descubrir todo lo que las Hermanas han hecho y continuar haciendo para apoyar a los vulnerables, honrar la creación, trabajar por la justicia y crear comunidades inclusivas es realmente inspirador. Los recorridos por los Archivos, Providence Manor y la oficina de Justicia, Paz e Integridad de la Creación expandieron aún más nuestro aprendizaje. Una excursión de fin de semana a Montreal nos permitió explorar las raíces de la comunidad en el Museo de las Hermanas de la Providencia y caminar en los pasos de la Beata Emilie Gamelin en el Viejo Montreal. El viaje también fue una oportunidad para conocer a nuestros maravillosos compañeros de viaje, Hermanas y Asociados de Toronto, Quinte, Brockville y Kingston, quienes permanecieron felices en la esperanza, ¡incluso cuando nuestro autobús se rompió en la carretera de camino a casa!
A través de reuniones grupales mensuales de Asociados, así como reuniones generales, sesiones de educación y retiros, continuamos fortaleciendo los lazos que nos unen en nuestro compromiso de vivir nuestro llamado Bautismal para dar testimonio de la Providencia de Dios en la iglesia y en el mundo. Helen, Mary y yo también tenemos la bendición de ser miembros de la Comunidad de Fe Dominical en la Casa Madre de la Providencia, donde los tiempos litúrgicos y las celebraciones inspiran nuestro servicio en el ministerio y el crecimiento de la fe.
Estamos agradecidos con las Hermanas de la Providencia de San Vicente de Paul, los Asociados de la Providencia, y con nuestras familias y amigos que nos han apoyado en este viaje. Como dijo la Hermana Sandra en la ceremonia de compromiso, “Que nuestra asociación traiga alabanza y gloria a Dios, se apoyen mutuamente y renueve la esperanza en todos los pueblos de Dios”.